MAG-MAD arquitectos

El proyecto parte de un marco inmejorable: un contenedor casi cuadrado de diez metros de longitud, con dos fachadas (este-oeste) dividido en dos mitades por un muro estructural. La propuesta limpia y sencilla, metiendo en cajas de color los diferentes usos privados y dando a la estancia principal el uso de estar y distribuidor. Se suprimen los pasillos aprovechando cada metro cuadrado de los cien con los que cuenta la vivienda.
El volumen cerrado de la cocina se relaciona con el espacio principal a través de un muro de vidrio.
Los materiales de los volúmenes de color están realizados en madera lacada de tonos alegres y frescos que conjuntan a la perfección con la tarima de madera de haya natural y el acabado porcelánico claro.
El espacio principal es a la vez abierto y acogedor, genera situaciones tranquilas de estar a al vez que satisface los diferentes usos que en él se deben dar.
El juego de los volúmenes se produce a diferentes niveles. En el baño de la habitación principal se subdivide para dejar paso y conectar ambas habitaciones entre si.